Muchas personas me preguntan «si se puede educar online». La respuesta es sí. Y te explico por qué: mi labor no es “entrenar” directamente a tu perro, sino enseñarte a ti, que eres quien convive con él cada día, a entenderlo, guiarlo y educarlo.
En las sesiones online te acompaño paso a paso, resolviendo tus dudas y dándote las herramientas necesarias para que tú mismo pongas en práctica los conocimientos con tu perro. Al fin y al cabo, eres tú quien mejor puede ayudarle, que pasas todas las horas con él, no sólo la sesión que puedas tener conmigo.
Además, el formato online tiene una gran ventaja: al trabajar con vídeos que me envías, podemos analizar con calma situaciones reales de vuestro día a día, y no solo lo que ocurre durante la hora de la sesión presencial. Esto nos permite profundizar más, detectar matices que a veces en directo pasan desapercibidos, y avanzar de forma más sólida.
Con el acompañamiento adecuado, la educación canina online es igual de cercana, práctica y efectiva, y muchas veces incluso más rica que la presencial.
Porque al final eres tú quien enseña a tu perro, y yo estoy a tu lado para guiarte en cada paso.